¿Te has parado alguna vez a ver cómo respiras?
Por dónde entra y sale el aire,....
Hagamos una barca de papel y pongámosla sobre tu barriga, y ahora, imagina que esta barca está navegando sobre las olas del mar, sube cuando entra el aire y baja cuando sale.
Has trabajado con la parte baja de los pulmones, pero también puedes hacerlo con la parte del medio. Imagina que coges un globo y lo vas llenando. El globo crece, crece y se va hinchando...
Puedes pensar que eres un árbol que crece, en cada respiración, levanta las manos por los lados, abriendo el pecho.
Y ahora,...¿Podrías ser un búho?
El búho no puede mover los ojos, por eso gira la cabeza.
Prueba también a imitar a un gato.
Inspira mirando hacia arriba y espira mirando al suelo.
También puedes ser una grulla que alza el vuelo ligera. Tienes que mantener el equilibrio sobre un pie, mientras abres las alas.
Otras veces, para respirar bien, basta con imaginar alguna figura geométrica. Vas respirando mientras trazas la línea de las montañas: inspiras cuando subes a la cima , espiras cuando vuelves al valle.
¿Sabías que podemos respirar con letras?
¿Y que cada sonido hace vibrar una parte diferente de nuestro cuerpo?
La O fortalece el corazón.
La U resuena en la barriga.
La E hace vibrar el cuello.
La I da vida a la cabeza.
La A limpia los pulmones.
Hay cosas que nos asustan, son como nubes de tempestad que no dejan ver el cielo.
Imagina cada uno de los miedos como una nube oscura y ves soplando, soplando,... Sintiendo como los miedos se van, y empieza a aparecer un cielo azul.
Mira,...Cuando estás nervioso eres como una bola de nieve que se agita.
Toda la purpurina está moviéndose, y mi cabeza no puede pensar.