Y esta es nuestra versión.
Son muchas las cosas que hemos aprendido:
Hemos pintado con pinceles.
Con las manos (descubriendo texturas y mezclas)
Y con la témpera sólida.
Nos hemos sentido hojas que caen allí donde las lleva el viento de otoño.
Y por último llegó el momento de desarrollar la atención y fijarnos en los detalles.