27 de febrero de 2016

El búho que tenía miedo de la oscuridad. Jill Tomlinson.

Rebeca ha compartido con nosotr@s un precioso cuento para trabajar los miedos.
El búho que tenía miedo de la oscuridad de Jill Tomlinson.



Y como no podía ser de otra manera,... Nos decidimos a versionarlo..


Pronto, nuestra clase se transformó en un teatro de títeres...


¡¡¡Mamá, papá!!!

¡TENGO MIEDO DE LA OSCURIDAD!


Y esa noche, Plop conoció a Jaime, que le enseñó que la oscuridad era necesaria para poder ver los fuegos artificiales...



A Lucía, que le presentó otros animales de la noche con los que poder jugar.



y como no,.... al gato, que salía todas las noches para ver la hermosa luna del cielo ...




¡¡¡Mamá, papá!!!
¡¡¡Ya no tengo miedo de la oscuridad!!!







Estrellas de papel maché.










Otra forma de trabajar el trazo.




21 de febrero de 2016

Estimular el desarrollo del habla.

Consejos para estimular el habla del niñ@:

Dejarle hablar. No le interrumpáis  para corregirlo, ni terminéis las frases por él para acelerar la conversación.

Aprovechar cualquier ocasión para introducir más vocabulario (explicarle el significado de las palabras nuevas).

Leer con él  cada día y dejarle participar de forma activa en la lectura, respondiendo a sus preguntas.






Cuidar el propio vocabulario y evitar utilizar un lenguaje infantilizado.

Rincón de lenguaje.

En el rincón de lenguaje, trabajamos el vocabulario que hemos aprendido.





El pez Arcoiris. Marcus Pfister.



En alta mar, en un lugar muy muy lejano, vivía un pez. Pero no se trataba de un pez cualquiera. Era el pez más hermoso de todo el océano. Su brillante traje de escamas tenía todos los colores del arco iris…





Al cabo de un rato, el pez Arcoiris se vio rodeado de muchos otros peces que también querían que les regalase una escama brillante. Y, ¡quién lo iba a decir! Arcoiris repartió sus escamas entre todos los peces. Cada vez estaba más contento. ¡Cuánto más brillaba el agua a su alrededor, más feliz se sentía entre los demás peces!









10 de febrero de 2016

¿A qué sabe la luna? de Michael Grejniec. Cuentos para soñar.



Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada? Tan solo querían probar un pedacito, pero, por más que se estiraban, no eran capaces de tocarla...













 Y el pez, que lo había visto todo, no entendía nada y dijo:

- ¡Vaya, vaya! Tanto esfuerzo para llegar a esa luna que está en el cielo.
¿Acaso no verán que aquí, en el agua, hay otra más cerca?...





y así trabajamos el vocabulario del cuento...